1. Compresas frías o calientes
Las compresas frías o calientes pueden ayudar a aliviar el dolor en las articulaciones, dependiendo de la causa del dolor. Aquí te explicamos cómo hacer y usar cada una:
Compresas frías
Ingredientes:
- hielo picado o bolsas de gel frío, toalla o paño.
Cómo usarlo:
- coloca el hielo picado o la bolsa de gel frío en una toalla o paño y aplícalo sobre la articulación dolorida durante 15-20 minutos. Repite cada 2-3 horas según sea necesario. Es importante no aplicar la compresa fría directamente sobre la piel para evitar quemaduras.
Compresas calientes:
Ingredientes:
- agua caliente, toalla o paño.
Cómo usarlo:
- sumerge una toalla o paño en agua caliente y escúrrela para que no esté demasiado húmeda. Aplícala sobre la articulación dolorida durante 15-20 minutos. Repite cada 2-3 horas según sea necesario. Si la articulación está inflamada, evita aplicar calor ya que puede empeorar la inflamación.
Es importante tener en cuenta que estas compresas no tratan la causa subyacente del dolor en las articulaciones y solo proporcionan alivio temporal. Si el dolor persiste, consulta con un médico.